Las soluciones se implementan de acuerdo a las necesidades de las familias y comunidades, y se acompañan con intervenciones educativas para mejorar su adaptación, uso y mantenimiento.
Estufas ahorradoras de leña
En México, alrededor de 28 millones de personas aún utilizan leña o carbón como combustible para la cocción de alimentos y la calefacción del hogar, principalmente en zonas rurales y periurbanas. (INEGI, 2018)
El uso de fogones abiertos sigue siendo común en las cocinas rurales a pesar de que se ha documentado el daño que representa para la salud de quienes se exponen al humo y las partículas que emanan de la combustión ineficiente de la leña.
Las infancias y las mujeres son las más afectadas pues, tradicionalmente, son las mujeres quienes se encargan de la preparación de los alimentos y el cuidado de las infancias en casa, por lo cuál tienen mayores riesgos de desarrollar enfermedades respiratorias.
Con la implementación de estufas ahorradoras de leña mejora la calidad de vida de las familias: al mantener el humo fuera del hogar se refleja en la salud de la familia y de quien cocina; la cantidad de leña usada disminuye en más del 50%, generando un impacto positivo en la economía familiar y en el medio ambiente, al reducir su consumo y las emisiones de CO2; con la capacitación para la autoconstrucción se fomenta el desarrollo de competencias y habilidades para las familias que participan.
Estudio uso doméstico de leña
Folleto publicado por el Instituto Nacional de Salud Pública
