14/10/2020
Realizado por Dateras, financiado por Hábitat para la Humanidad.
Existe evidencia creciente que apunta a que el COVID-19 se transmite más fácil en espacios cerrados, con alto nivel de hacinamiento y mal ventilados (Morawska, 2020). Una parte emergente de la literatura explora la relación entre factores sociodemográficos, como la deficiente calidad de los espacios de la vivienda, con la probabilidad de transmisión de COVID-19 (Brown y Ravallion, 2020; Chin et al., 2020, Emeruwa et al., 2020, Niedzwiedz et al., 2020, Williams, 2020) y con sus efectos en los resultados de salud de los casos confirmados (Soltan et. al., 2020).
Este estudio explora la asociación entre vivir en condiciones de hacinamiento y la probabilidad de morir por COVID-19 en México. En particular, analizamos la relación entre las características socioeconómicas del municipio en el que residen los pacientes, las características individuales de los pacientes, sus comorbilidades, el sector salud en el que fueron atendidos, y la probabilidad de morir habiendo tenido una prueba positiva por COVID-19.
A lo largo del documento se define “hacinamiento” cómo habitar una vivienda particular con un cuarto dormitorio con tres o más ocupantes o dos cuartos dormitorio con cinco o más ocupantes .
Los principales resultados se clasifican en tres grupos: 1. Sobre individuos con COVID-19. 2. Sobre individuos con otras enfermedades respiratorias (no COVID-19). 3. Sobre los municipios con casos de COVID-19.
Este reporte tiene una importancia crítica. Si estudios clínicos posteriores confirman la asociación aquí encontrada entre hacinamiento y probabilidad de muerte por COVID-19 a nivel individual, apoyar a las familias en rehabilitar y mejorar sus viviendas es crítico para aumentar la resiliencia social ante la pandemia.