“Acarreábamos el agua desde el pozo del arroyo y ahora está mejor que tenemos el tinaco porque ya no nos cansamos, tenemos el agua más cerca y la usamos para lavar y para bañarnos. Ahora nos cansamos menos. Antes nos teníamos que ir hasta el arroyo con carrucha (carretilla) a traer el agua.“
“Vivíamos en un cuarto de 3×3 con mi esposo y mis hijos con un área común de cocina y baño, compartíamos casa con mis hermanos y papás. Era complicado por el espacio y no podíamos disponer de más espacio para nuestros hijos. Muchas gracias a Hábitat para la Humanidad porque mediante este proyecto mis hijos, mi esposo y yo nos hemos motivado a participar desde el inicio en los preparativos para la casa, desde empezar a poner relleno, hacer el mamposteo y hacer los demás preparativos como agua y drenaje. Un sueño hecho realidad.“
“Antes yo vivía en una casita de madera, ya con el tiempo se fueron pudriendo los palitos. En esa casa vivíamos yo, mi hija, mis nietos y mi sobrino, pero pues ahora ya cambió nuestra vida, gracias al grupo Hábitat que nos ayudaron a construir una casita. Esta vivienda nos va a ayudar en la salud de dos nietas, porque Fernanda tiene luxación de cadera y mi otra nieta, Esmeralda, tiene deficiencia renal. Gracias por apoyarme en la construcción de mi casita.“